Algo de lo que hay que enterarse y difundir: la defensa que hacen cardenales e importantes clérigos del gran corrupto y corruptor Marcial Maciel. Miren ustedes si en la Legión de Cristo hay una pizca de autocrítica, de comprensión del daño que hicieron (su “padre” y ellos, como cómplices e instrumento necesario), de arrepentimiento:
“Un hombre escogido por Dios como Marcial Maciel tomó la luz divina e hizo lo que Dios quería, yo me sorprendí tanto como se han podido sorprender los que nunca sabían nada, pero me bastaron cinco minutos de reflexión para quedarme tranquilo”, se escucha decir al colombiano Darío Castrillón en una de las 11 grabaciones dadas a conocer por el periódico Zócalo de Saltillo, realizadas en reuniones de los Legionarios de Cristo en 2008, cuando Maciel ya había sido defenestrado por la iglesia (aunque en realidad debió haber sido procesado y juzgado por la justicia civil).
Según Castrillón, la culpa no fue del victimario, sino de la víctima: “Cristo quiso poner en su geografía una cantidad de mujeres de dudosa ortografía, ya que el no tenía pecado, se rodeó genéticamente del pecado, podemos entenderlo así.”
Y exige, cómo no, cierre de filas y complicidad: “Que juzgue el mundo, ese mundo corrompido e hipócrita, que juzgue, pero que no haya ningún legionario que como el hijo malo de Noé se burle de las vergüenzas de su padre, cubrirlo no es encubrir el pecado, es tender el manto amoroso de la familia”.
Coincide el cardenal Angelo Sodano: “Si un diamante o un anillo de oro por un momento cae en el polvo se ensucia pero después el interesado lo puede limpiar, pero uno puede hacer una fotografía del anillo de oro caído en el barro. Uno puede decir: mira cómo está sucio de barro el anillo del cardenal, pero fue un momento… siempre un diamante es un diamante”.
No es asunto menor esta actitud de la Legión de Cristo. Recordemos el poder que tiene en México, España, el Vaticano y otros lugares, su influencia sobre estructuras políticas y económicas que afectan las vidas de millones de personas, y su determinación a utilizar sus ingentes recursos para aplastar a quienes se les oponen. Ejemplos claros son las ofensivas para controlar el discurso de los medios de comunicación mexicanos (tipo las campañas “A favor de lo mejor”), que contaron con financiamientos multimillonarios de grandes fortunas nacionales, o el estrangulamiento económico del otrora independiente Canal 40 (lo que condujo a que Ricardo Salinas Pliego y Televisión Azteca se apoderaran de él) debido a que sacó al aire un reportaje sobre –precisamente– los crímenes de Marcial Maciel (detalles sobre estos temas en el libro que escribimos Salvador Frausto y yo, “El Vocero de Dios” [Grijalbo, 2008] sobre la extrema derecha católica mexicana).
Muy valioso el trabajo de Paola A. Praga en Zócalo de Saltillo. Y muy importantes, como siempre, los comentarios de Bernardo Barranco, en La Jornada. Destaco fragmentos:
“Las 11 grabaciones que fueron obtenidas por el periódico Zócalo de Saltillo no se deben pasar por alto, ni perderse en la abigarrada agenda política y mediática de México.”
“Ya no se trata sólo de encubrimiento institucional, sino de complicidad delictiva.”
“El episodio muestra la resistencia de la alta curia a dejar de ser cómplices de los delitos de sacerdotes que violentan el orden moral y social, y sin duda entran en falta a los principios éticos cristianos. La tarea que tiene el papa Francisco es descomunal, porque no se trata sólo de los clérigos abusadores sexuales, sino también de la maquinaria protectora que los abriga, que genera un doble discurso e incluso, como hemos escuchado en las grabaciones, se atreven emitir una justificación teológica. Francisco debe enfrentar a la chatarra clerical en Roma.”
Referencias:
Los audios:
http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/absuelven-cardenales-pecados-de-maciel-1365403991
Los comentarios:
http://www.jornada.unam.mx/2013/04/24/opinion/027a1pol