Los rebeldes libios: un ejército que no lo es


Por Témoris Grecko / Ras Lanuf, Libia (publicado hoy en La Nación, de Buenos Aires)

 

Cientos de personas empezaron a correr en total desorden cuando se escuchó que el avión se acercaba al checkpoint rebelde en Ras Lanuf. Se movían en un caos perfecto: hacia cualquier lado de la carretera, escabulléndose detrás de las dos pequeñas construcciones, tirándose pecho tierra entre las matas. Era muy difícil escoger un lugar donde protegerse porque los hechos contradecían la lógica: uno pensaría que la bomba iba a golpear exactamente ahí, donde se concentraban los combatientes y se apilaban las municiones, pero en su mayoría, caen en sitios vacíos.

Un duna de arena se hizo polvo con la explosión, a 400 metros de donde estaba el reportero con un grupo. Ni un solo herido. El choque masivo de adrenalina hizo que la multitud regresara al punto de control entre gritos de “Allah akbar!” (dios es el más grande), risas y aullidos, como si hubiera propinado una gran derrota al dictador Muamar Gadafi.

El chofer de los periodistas, un ex soldado que sirvió durante 22 años, oscilaba entre una sonrisa de tranquilidad profesional y hondos suspiros de alivio. “Mi mujer está asustadísima, voy a llamar para tranquilizarla”, anunció. “Amor, ¡hubo un ataque aéreo!”, dijo al teléfono, “no te preocupes, cariño, la bomba estalló apenas a diez metros de mí, ¡pero estoy muy bien!”

A las cuatro de la mañana del domingo al lunes, los empleados del único hotel de Ras Lanuf, bajo control rebelde, despertaron a varios enviados de medios extranjeros que habían pernoctado allí. “Las fuerzas de Gadafi vienen hacia acá, ¡tenemos que marcharnos!”, urgieron. Al salir, los comunicadores se sorprendieron: si en la noche anterior habían cientos de combatientes en la ciudad, ahora apenas se veían unos cuantos. ¿A dónde se fueron, cuándo?

Fue una falsa alarma. Pero el pueblo de Ben Jawad, a 40 kilómetros en dirección a Sirte, la ciudad natal y plaza fuerte de Gadafi, en el oeste, había sido capturado por tropas del gobierno, que apenas encontraron resistencia. Algunos rebeldes afirman que dispararon a las casas y tomaron como rehenes a las familias del lugar. Otros confirman que el tiroteo fue terrible pero corrigen en que sólo expulsaron a la gente. Todos coinciden en que los gadafistas se han atrincherado ahí con tanques, artillería y cientos de hombres: antes que permitir que la oposición se aproxime a Sirte, el presidente parece haber ordenado que se establezca ahí una línea que nadie pueda traspasar.

En Ras Lanuf, mientras tanto, no hay indicio alguno de que los revolucionarios puedan articular algo parecido a una ofensiva ordenada y con posibilidades de tener éxito. Como en otras parte de la Libia liberada, la aglomeración de voluntarios no semeja para nada a un ejército y en cambio, recuerda al casting de un pésima comedia de verano: uno entiende ahora por qué son tan bestiales los entrenamientos de los militares de verdad, destinados en primer lugar a imponer la disciplina.

Éste es el punto de vanguardia y es un inmenso desorden. La última vez que se oyó de un oficial de carrera que supuestamente debía tomar el mando, el sábado pasado, éste tuvo que huir en su camioneta con dos adolescente negros, pues de otra forma ni sus razonamientos ni sus amenazas hubieran impedido que los chicos fueran linchados bajo sospecha de ser mercenarios.

Los combatientes serios son una minoría difícil de encontrar. Algunos son soldados y ex soldados. Casi todos los demás son hombres jóvenes y mayores que se toman dos o tres días para irse con los amigos a pelear. Alguien trae un vehículo y unas armas de las que robaron de arsenales saqueados, juntan mantas y provisiones, y se van todos al frente. No hay mandos, estructura, ni alguna clase de orden. Cada quien hace lo que le parece en el momento.

El checkpoint de Ras Lanuf es como un pequeño parque de atracciones, en donde los juegos son mortales. Los más populares son las baterías antiaéreas: en varias de ellas los rebeldes hacen cola para poder montarse y disparar a la nada, rompiendo tímpanos e incrementando la confusión que ya causa que decenas de improvisados jueguen con rifles de alto poder.

Disfrazados con cualquier prenda que de alguna forma parezca militar o guerrillera (el look Che Guevara y el look Yasir Arafat son favoritos), los hombres derraman testosterona disparando al aire con fusiles kalashnikov y M-16 que no saben manejar. Como vieron en las películas que Rambo los sostiene con una sola mano, intentan hacer lo mismo pero a veces pierden el control y el arma baja la mira peligrosamente, con riesgo de herir a los demás. Un joven reaccionó airado cuando alguien le dijo que dejara de molestar y trató de quitarle el juguete: en el forcejeo los tiros salieron hacia todos lados. De milagro no mató a alguien. Y se quedó con el fusil.

Uno podría apostar que hay más heridos por imprudencias y accidentes que por la acción del enemigo. Porque uno de los mayores misterios de este conflicto, al menos en esta parte oriental del país, es: ¿por qué hay tan pocos muertos? Hasta el momento parecía razonable atribuir los avances rebeldes a la mística de sus combatientes, pero el desorden es abrumador. ¿Por qué retroceden los tanques y las camionetas artilladas de las entrenadas tropas gadafistas, ante los ataques de novatos torpes e híper-excitados? ¿Cómo es que las bombas de los aviones casi nunca caen donde podrían hacer daño?

Ibrahim al-Khodeiri, el conductor y ex soldado, coincidió con Ahmed Fathi, un militar que se pasó individualmente al bando rebelde, y que estaba apostado ayer en Brega, a 120 kilómetros de Ras Lanuf: en el este, el ejército de Gadafi no está golpeando con la fuerza de la que es capaz. “No quieren matar a sus hermanos libios”, aventuró Al-Khodeiri. “Nos quieren sorprender”, especuló Fathi, “y cuando vengan por nosotros, nos van a arrasar”.

Esta amenaza apunta hacia el otro gran misterio: ¿Por qué no están actuando los pelotones militares que se sumaron a la revolución? Si alguien no provee músculo militar, impone orden y disciplina en las filas rebeldes, y entrena a sus integrantes, la fuerza de este movimiento popular y en buena medida espontáneo se evaporará cuando se apague el entusiasmo. Acaso sea a eso a lo que apuesta Gadafi.

 

 

 

5 responses to “Los rebeldes libios: un ejército que no lo es

  1. Hey Temoris! This post is in Spanish which means I can’t read it but Google sure can and I am glad it does.

    What you say is in detail what American media report: Ghaddafi is slowly turning tide with heavy weapons and other arsenal implements not available to the rebels.

    There is huge debate (at least internally) in the States about whether or not there should be military intervention. Like airstrikes, no-fly zones, etc.

    I gotta ask Temoris, if you had line on U.S. military power, what if anything would you think turn the tide for the rebels? Because despite what anyone says – and the unfortunate media dominance in the USA of Charlie Sheen’s antics in the media (don’t ask, its trivial yet all-consuming it seems) there is some interest in USA amongst the people to see Ghaddafii go. Do you think USA can do anything in the right-now so-to-speak that would help turn the tide without USA ending up ‘owning’ Libyan civil war? Which is what it is now it sounds like….a true Civil War.

    Good luck man! I feel very lucky having real-time insight on someone who’s actually in the thick of it! Gotta love this internet thing!

  2. Wow. Long-time no updates. Hope you’re cruising alright, man. Sounds like its been rough in Libya and it’s about to get Western air support. So much for the Colonel’s air force, heavy weapons, motor-pools, and logistics huh? Obama’s like Clinton, he’ll bomb them all day because USA populace is I have to admit indifferent to wars unless Americans are going down amongst the locals. Keep it a video game and Americans will treat it as such at the polls. Which is all Obama cares about with re-election year-and-a-half away.

    Helps Obama to have the world’s best air force – just counting your navy’s air force – much less your ‘real’ air force. And NATO backing you up. So get ready to duck and cover Temoris…

    • Ms. Logan spoke at the IMI at American University in D.C. on Marth 10th. I thought you guys would want to know. Here is a picture of her speaking at the event. She seems to be recovering quite well. I mean, this was almost exactly one month after the attack but she doesn’t have any visible scars or damage. It eases my mind quite a bit.

      http://www.american.edu/americantoday/campus-news/20110316lara-logan-ahmed.cfm#

      I hope you’re doing okay, Temoris. I know some journalists have been detained in Libya. Stay safe.

      • Well, that’s nice to see. I am guessing she’s like Greg Palkot, will be right back at it soon.

  3. Pingback: Libyan Revolution: 8 March « UBUNTU

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