Qué tristeza… el problema de los brasileños es que tienen que elegir entre varios líderes excelentes, Marina, Dilma, Serra, sin olvidar a Lula (nótese que la mitad son mujeres). Los mexicanos, en cambio, no tenemos a quién elegir, a dónde mirar… sufrimos una patética carencia de liderazgos. Y el tipo que ha hundido a México, sólo atina a decir que el peligro para México era el candidato opositor.