“Hay que perdonar a curas pederastas; no sabían lo que hacían: obispo de Cancún”, reza un titular de hoy en La Jornada. Pero las mujeres que abortan, a la cárcel.
Dice también monseñor Pedro Elizondo que son “sólo” 18 los sacerdotes acusados de pederastia en México. ¿Qué no ve la tormenta venir? En América Latina, las redes de complicidades y el fuero de facto de la Iglesia han aguantado y es poco lo que se conoce hasta ahora. Pero en otros países, una vez destapada la cloaca, los casos de abuso sexual infantil se les han venido encima por miles. Y no pueden estar tan seguros de que eso no va a pasar en nuestros países, donde los sistemas de protección social de la infancia son mucho más débiles que los europeos y los niños han estado siempre más expuestos ante los curitas. Ya veremos qué dicen estos hipócritas cuando el fango les llegue al cuello.